Cómo elegir un termostato

Un termostato es un dispositivo que mide y regula de forma centralizada la temperatura de un entorno, un proceso industrial o un equipo, como un motor. La función de los termostatos es garantizar el confort térmico o, en otros casos, promover la seguridad y la protección de las personas, los equipos y las instalaciones industriales.

Termostatos: ver productos

  • ¿Cuáles son las principales tecnologías utilizadas en los termostatos?

    Los termostatos pueden clasificarse según el tipo de tecnología utilizada en su construcción, siendo las más comunes la mecánica y la electrónica. La elección depende del uso previsto.

    Termostatos mecánicos

    Los termostatos mecánicos tienen un mecanismo que permite o impide el paso de la corriente para mantener la temperatura. Dentro de esta categoría, los más utilizados son termostatos bimetálicos. Su sensor es una lámina formada por dos metales diferentes con coeficientes de dilatación térmica distintos. Tomemos como ejemplo un calentador de ambiente. El calentamiento provoca una mayor dilatación de uno de los metales, lo que provoca la deformación de la lámina, que activa el contacto eléctrico e interrumpe el paso de la corriente cuando se alcanza la temperatura preestablecida. Cuando se enfría, la lámina vuelve a su forma original, permitiendo de nuevo el paso de la corriente eléctrica y, por tanto, la generación de calor por el dispositivo.

    Los termostatos mecánicos pueden ser analógicos (con un mando que gira para seleccionar la temperatura deseada) o digitales (con una pantalla numérica y botones para ajustar la temperatura deseada). Aunque son muy básicos, se recomiendan en determinados casos, sobre todo para sistemas de calefacción con un suministro eléctrico inestable o con relés.

    La principal desventaja de los termostatos mecánicos es que ofrecen menos precisión en el control de la temperatura, que es de unos 3 °C.

     

    Termostatos electrónicos

    Los termostatos electrónicos son los más utilizados hoy en día. Disponen de circuitos integrados que permiten una regulación precisa y una medición continua de la temperatura para garantizar la homogeneidad térmica, por ejemplo en una habitación (con un sistema de calefacción tipo radiador o suelo radiante), dentro de un horno, etc.

    Estos termostatos se han convertido en los más comunes porque son inteligentes y fáciles de usar. Los usuarios pueden programar la temperatura deseada con gran precisión e incluso según la hora del día o el día de la semana. Por ejemplo, los termostatos electrónicos pueden programarse para que bajen o apaguen la calefacción por la noche, reduciendo el consumo de energía hasta un 30%.

    Hay nuevos modelos conectados con tecnología de última generación que pueden generar ahorros de energía aún más significativos.

    Sin embargo, la instalación de termostatos electrónicos debe cumplir ciertos requisitos, a saber, debe ser realizada por un electricista y el aparato debe colocarse a una distancia mínima de 1,3 metros del suelo, lejos de corrientes de aire, luz solar directa y fuentes de calor.

    Termostato digital IVOR

    Termostato électrónico IVOR

    Termostato mecánico STEGO

    Termostato mecánico STEGO

  • Termostato: ¿qué voltaje elegir?

    Los termostatos pueden ser de tensión de línea o de baja tensión.

     

    Termostatos de tensión de línea

    Los termostatos de tensión de línea funcionan en el mismo circuito eléctrico que el aparato de calefacción y, por tanto, utilizan la misma tensión, que puede ser de 120 voltios o 240 voltios. Funcionan como un interruptor, abriendo o cerrando un circuito eléctrico.

    Son adecuados para controlar la temperatura de las resistencias eléctricas.

    Los termostatos de tensión de línea ofrecen varias ventajas:

    • Son fáciles de instalar y utilizar gracias a la tecnología plug and play.
    • Reducen el consumo de energía de los equipos eléctricos y, por tanto, los costes de electricidad.
    • No necesitan transformador, ya que no hay necesidad de convertir la tensión.

     

    Termostatos de bajo voltaje

    Los termostatos de bajo voltaje no funcionan en el circuito del sistema de calefacción y utilizan un voltaje inferior a 30 voltios (normalmente 24 voltios). Este tipo de termostato se comunica con el aparato enviándole señales de bajo voltaje.

    Es adecuado para sistemas de calefacción central (aire forzado, caldera, etc.).

    Los termostatos de bajo voltaje tienen varias ventajas:

    • Pueden utilizarse con una gran variedad de equipos, como hornos, calderas, ventiladores y bombas de calor.
    • Se recomiendan para equipos de uso frecuente.
    • A largo plazo, permiten un ahorro energético sustancial.

    Sin embargo, los equipos de baja tensión necesitan un transformador para convertir la tensión. No pueden conectarse directamente a la red eléctrica con un cable de alimentación.

  • ¿Cuáles son los distintos tipos de termostatos?

    Hay distintos tipos de termostatos, tanto mecánicos como electrónicos. Pueden ser fijos, diferenciales o programables.

     

    Termostatos fijos

    Termostato de temperatura fija SELCO

    Termostato no regulable SELCO

    Los termostatos fijos, cuya temperatura no puede regular manualmente el usuario. Estos dispositivos están diseñados para mantener una temperatura predefinida y constante en un entorno o proceso.

    La principal ventaja de los termostatos no regulables es su facilidad de instalación y uso.
    Por otro lado, ofrecen poca flexibilidad, pues no permiten cambiar la temperatura para atender a diferentes necessidades.

     

    Termostatos diferenciales

    Termostato diferencial BMR

    Termostato diferencial BMR

    Están diseñados específicamente para mantener una diferencia de temperatura entre dos elementos. Esta diferencia es necesaria en sistemas de climatización o incubadoras, por ejemplo.

    El termostato diferencial detecta la temperatura de cada elemento y regula automáticamente el sistema de calefacción o refrigeración para mantener una diferencia de temperatura constante entre ambos. Puede utilizarse para regular la temperatura de una habitación, un edificio o un proceso industrial.

     

    Termostatos programables

    Termostato programable ENDA

    Termostato programable ENDA

    Los termostatos programables ajustan automáticamente la temperatura según los ajustes programados por el usuario. Si detecta variaciones de temperatura, el termostato ajusta automáticamente el sistema de calefacción o refrigeración para restablecer la temperatura preestablecida.

    Los termostatos programables tienen varias ventajas, como la posibilidad de programación horaria y/o semanal. Así, puedes programar temperaturas diferentes para distintas horas del día (hasta 6 eventos diarios en algunos modelos) y/o según los días de la semana. Esta función es muy práctica en sistemas de calefacción y aire acondicionado, ya que te permite reducir el consumo energético de estos equipos sin sacrificar el confort térmico. Algunos aparatos pueden configurarse para ajustar la temperatura en función de la presencia o no de personas en la casa. Los modelos conectados ofrecen otras funcionalidades, como emitir alertas de mantenimiento.

    Sin embargo, los termostatos programables no son adecuados para todo tipo de equipos. Por ejemplo, no se recomiendan para controlar la temperatura de bombas de calor que funcionan tanto en modo calefacción como en modo refrigeración, ya que podrían restar eficacia al sistema. Tampoco son adecuados para los sistemas de calefacción eléctrica que funcionan con un voltaje de 120 o 240 voltios. Por esta razón, pocas marcas ofrecen termostatos programables de tensión de línea.

  • Termostatos: ¿cuáles son las últimas tendencias?

    Con el desarrollo constante de la automatización doméstica e industrial, los termostatos conectados e inteligentes son una tendencia importante en el sector.

    Como tantos otros dispositivos, los termostatos conectados ofrecen nuevas posibilidades:

    • Se pueden controlar a distancia desde un teléfono móvil;
    • Pueden controlar varios dispositivos;
    • En el caso de los termostatos basados en IA y algoritmos de aprendizaje automático, son capaces de aprender los hábitos de los usuarios y ajustar automáticamente los parámetros, sin tener que programarlos manualmente.
    • En comparación con otros modelos, ayudan a reducir aún más el consumo de energía de los equipos, fomentando un uso más eficiente de la energía y respetuoso con el medio ambiente.
    • Pueden avisarte de la necesidad de mantenimiento, como cambiar o limpiar los filtros.

    Los termostatos de nueva generación son programables. Si piensas comprar uno, asegúrate de que el equipo (sistema de climatización, bomba de calor, etc.) es compatible con estos termostatos, en particular la tensión de alimentación.

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