Existen 2 tipos de plegado:
- Plegado al aire.
- Acuñación.
¿En qué casos elegir el plegado al aire?
Prensa plegadora eléctrica de la marca LVD
En el plegado al aire, el extremo del punzón y los dos bordes de la matriz permiten doblar la chapa de metal. Si bien, este tipo de plegado va acompañado de un efecto de retorno de la elasticidad. Como la fuerza de plegado es menor, la chapa de metal intenta recuperar su forma inicial cuando se retira el punzón, al igual que si se tratara de una goma elástica.
Por tanto, se debe aplicar un margen que permita alcanzar el ángulo de plegado deseado de acuerdo con el retorno del metal. Para ángulos de 90º, la matriz será de 85º.
Otros elementos también se tienen en cuenta a la hora de calcular este margen, como el grosor de la hoja, la longitud del pliegue o la apertura de la matriz.
Este tipo de plegado es el más utilizado en chapistería ya que corresponde a máquinas con capacidades reducidas, a diferencia de la acuñación, que requiere más fuerza.
¿En qué casos elegir la acuñación?
La acuñación es un tipo de plegado por impacto, en donde la matriz curva la chapa aplicando una fuerza considerable —de 3 a 5 veces mayor que en el plegado al aire—, lo que reduce o incluso evita el efecto de retorno elástico generalmente asociado con el plegado al aire. El proceso comienza con un plegado al aire y continúa con un forjado en frío en el fondo de la matriz.
Este método ofrece una alta precisión angular.
Es adecuado para chapas con un espesor superior a 2 mm.