El objetivo principal de una cabina de pintura es retener residuos peligrosos como el exceso de pulverización o los compuestos orgánicos volátiles —COV— y evitar que los humos, los productos químicos, los gases y los vapores se propaguen por el taller o salgan exterior. Además de proteger el medio ambiente, cumplir con la normativa local y garantizar la seguridad de los empleados y las instalaciones, concentrar el proceso de pintura en una cabina permite da lugar a acabados de mejor calidad y libres de impurezas —polvo, por ejemplo—.
