Presostato electrónico WIKA
Los presostatos pueden dividirse en dos categorías principales: presostatos mecánicos y presostatos electrónicos. Además de la diferencia de tecnología, estas dos familias ofrecen diferencias en la señal de conmutación y las opciones de ajuste.
Presostatos mecánicos
Los presostatos mecánicos convierten la presión del fluido en movimiento mecánico mediante una membrana o pistón que, al deformarse o moverse, acciona el contacto de conmutación. Los presostatos mecánicos no necesitan alimentación eléctrica para funcionar, pero sólo pueden suministrar la señal de conmutación.
Se trata de aparatos sencillos y baratos, elegidos por su robustez más que por la precisión de sus mediciones. Generalmente se utilizan para conmutar corrientes elevadas (para controlar bombas, por ejemplo) o como dispositivos de seguridad redundantes.
Los presostatos mecánicos pueden tener un punto de conmutación preajustado de fábrica o ajustable, pero generalmente la histéresis (diferencia entre el punto de conmutación y el punto de reajuste) no es ajustable.
Presostatos electrónicos
Los presostatos electrónicos utilizan un sensor de presión electrónico para medir la presión y activar una señal de salida en los puntos de conmutación. Los presostatos electrónicos suelen ser más complejos y, por tanto, más caros que los mecánicos. Al no tener piezas móviles, ofrecen mayor fiabilidad y duración. También son mucho más precisos que los modelos mecánicos.
Los presostatos electrónicos pueden venir preajustados de fábrica, pero a menudo incorporan una pantalla digital y una interfaz para programar fácilmente los distintos parámetros del presostato (temporización, puntos de conmutación y rearme, histéresis, normalmente abierto o cerrado, etc.). La pantalla digital también proporciona una indicación continua de la presión y muestra el estado del presostato. Estos presostatos también actúan como sensores/transmisores de presión.
Los presostatos electrónicos pueden ofrecer varios puntos de conmutación programables y una gama más amplia de señales de salida. Son más adecuados que sus homólogos mecánicos para su uso con sistemas automatizados.
Gracias a sus ventajas, estos presostatos son actualmente los más utilizados en la industria para el control de procesos.