Los motores térmicos tienen diferentes configuraciones, según la disposición de los cilindros.
Motor en línea
Es el motor más común, el más fácil de instalar y el más barato. Tiene una sola fila de cilindros dispuestos uno al lado del otro, lo que le da una forma más alargada. Esta configuración tiene el inconveniente de ocupar más espacio longitudinalmente. Además, los cilindros en línea desequilibran el motor y pueden generar vibraciones. Sin embargo, es posible instalar un contrapeso para mitigar estos inconvenientes.
Motor bóxer
Es un motor completamente plano cuyos cilindros están en posición horizontal. A diferencia del motor en línea, los cilindros del motor bóxer están situados a ambos lados del cigüeñal para equilibrar mejor el motor.
Esta configuración también tiene la ventaja de ocupar poco espacio en altura, lo que permite instalar el motor mucho más bajo en el chasis y dotar así al vehículo de mayor estabilidad y agarre en carretera.
Sin embargo, el motor bóxer requiere mantenimiento y la sustitución de las bujías.
Motor en V
El nombre indica la posición de los cilindros. El motor en V tiene dos filas de cilindros dispuestas en ángulo sobre el cigüeñal, que funcionan alternativamente. Por ejemplo, un motor V8 tiene dos filas de cuatro cilindros.
El motor en V tiene ciertas ventajas:
- El tipo de cigüeñal utilizado en estos motores es muy ligero, lo que reduce las vibraciones en el vehículo;
- Ofrece un elevado par de arranque incluso a bajas revoluciones.
Sin embargo, la compleja configuración de este motor lo hace muy caro.
Motor W
Tiene una configuración similar a la del motor en V, pero duplicada. Sus cuatro filas de cilindros forman una «W». Su principal ventaja es que ocupa poco espacio.
Este tipo de motor se utiliza en coches y aviones de gama alta. Al igual que el motor en V, el motor en W también es bastante caro.