Las máscaras de protección respiratoria, también conocidas como respiradores, son indispensables en muchas actividades industriales. Su función es proteger el sistema respiratorio y, posiblemente, la zona ocular del usuario frente a sustancias tóxicas e infecciosas y otros agentes nocivos, como polvo fino, gases y virus.
En cuanto a la configuración, es importante distinguir entre la pieza facial completa, que cubre toda la cara, y la media pieza facial, que sólo cubre la boca y la nariz. Este último tipo incluye las máscaras PFF, que son respiradores desechables.
Las mascarillas de protección filtrante se clasifican según su eficacia de filtración, definida por las normas. Sin embargo, estos dispositivos no son adecuados para atmósferas de alto riesgo, por lo que es necesario utilizar máscaras con suministro de aire respirable.
Durante la pandemia de coronavirus, que comenzó en 2020, muchos países hicieron obligatorio el uso de mascarilla en lugares públicos. Las mascarillas quirúrgicas eran, y siguen siendo, las más utilizadas para combatir el virus. Aunque no forman parte de los equipos de protección individual (EPI), las hemos incluido en esta guía de compra para explicar qué las distingue de los respiradores, dado su uso generalizado en los últimos años en el contexto de Covid-19.